El día no terminó con el calcio del Doctor V....
Cuando el Loco Valdéz llegó a su casa esa tarde, su grupo de amigos conversaba en la plaza cuando lo vieron todo morado y con más parches y costura que pantalón viejo.
- Ooooye Valdéz qué te pasó ??? Te pegaron ?? ooo si tu quedaste así, cómo habrá quedado el otro!!
- Noo No me pegaron, me caí de la bicicleta
- Cómo va a se eso, te pegaron, te agarraron solo y no nos quieres decir, suelta, quién fue?
- Te digo que me caí de la bicicleta, escucha
- No nono dinos quién fue, fueron los de la cancha ? del partido del otro día?
- No, mira deja explicar
- Fueron los mapuches con los que te terciaste el otro día??
- cálmate dejame...
- Fueron los amigos del que trataste de quemas ayer ??
- déjame explicar de una vez
- Nada de eso, somos tus amigos y te vamos a defender, dinos nomás, no te vamos a molestar, nosotros les vamos a ir a pegar por hacerte esto -
- cálmate y deja que te cuente, iba para la pega cuando...
- aaaah en la pega?? entonces fueron los del partido del viernes, Cabros, vamos a pegarle altiro a esos canallas, cobardes que te agarran estando solo, nada de eso, les vamos a sacar la mugre a todos esos cochinos cobardes, vamos!! vamos!!
Los amigos se fueron....y el Loco Valdéz se fue calladito a la casa a descansar. o eso creía; estaba de visita otro vecino, quien le había traído un licor del sur, esta vez el Loco Valdéz pudo contar tranquilo la historia "real" de lo que pasó.
El vecino se reía y reía, hasta que le dijo de probar el Licor. Con todos los calmantes, antibióticos, anti-inflamatorios y bla bla que estaba tomando por la caída, no estaba seguro si tomar alcohol.
- Que te preocupas hombre, si puedes tomar, no pasa nada !!!-
Dicho, se pusieron a tomar; Hecho, vino la reacción alérgica con los medicamentos.El Loco Valdéz se hinchó entero y se puso más rojo que pollera colorada. y entre el alcohol, las pastillas y la compañía, salió la idea de bañarse con jabón gringo por si era sarna o alguna otra cosa.
Medicado, alcoholizado y bañado llegó a las 3 de la mañana a la posta al borde de un Shock Anafiláctico. Pinchazo en los dos cachetes y para la casa, sin alcohol, sin jabón y con 3 kilos de pastillas para tomar.
Aún así y a pesar de todo, La Maldición de la vieja Yeta no pudo acabar con el Loco Valdéz, pues le quedaban más aventuras por delante.
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